viernes, 28 de marzo de 2014

LA IMPORTANCIA DE FORMAR NIÑOS LECTORES


Saber leer es uno de los pilares para la adquisición y la trasmisión del conocimiento en nuestra vida cotidiana, pero también en el mundo académico. Es importante por eso que los niños adquieran y entrenen esta habilidad desde que son pequeños, pues a medida que se va avanzando en el itinerario académico el nivel de exigencia se va incrementando, lo que demanda una mayor destreza lectora y escrita.

Formar niños lectores es formar personas con capacidad de reconocer su entorno y reconstruirlo, personas creativas, con criterio, con opinión propia, es formar niños activos que sean protagonistas de su propio aprendizaje. Es importante por eso que los niños adquieran y entrenen esta habilidad desde pequeños, haciendo que esta actividad sea creativa y lúdica voluntaria y placentera. A medida que los hábitos se van impregnando en las personas, pasan a ser cada vez más difíciles de cambiar. Si ayudamos a formar un niño con buenos hábitos, por ejemplo, que desde chico se entretenga en jugar con las palabras, en buscar conceptos, eso después le va a resultar provechoso.

CONOCIMIENTO PREVIO DE LOS ESTUDIANTES
 El docente evalúa el conocimiento previo de los estudiantes sobre la estrategia, explica el objetivo de la estrategia y su utilidad para el proceso de comprensión lectora. El proceso de comprensión lectora necesita de conocimientos previos relevantes que son los abordajes que hacemos y elaboramos a medida que la cotidianeidad nos lo va proponiendo.
Los niños han de sentir que la lectura forma parte de su experiencia cotidiana, que es un medio extraordinario de comunicación y de información, de búsqueda y de encuentro interpersonal con sus compañeros de clase, con sus docentes y con su familia.
La pronunciación, y las correspondencias entre la palabra escrita y la palabra dicha para conocer su significado y entenderla mediante el contexto. Lectura silenciosa, esta presenta una concentración personal y ayuda en el conocimiento interno del lector. Lectura Rápida, consiste en recorrer los ojos rápidamente a través de todo el texto para tener una esencia del mismo. Esta permite que el lector sea capaz de encontrar el tema principal, sin un enfoque profundo. Adivinación: Es una técnica muy amplia, como un juego para con el lector.
Las escenificaciones, cumpliendo ciertos roles. El acercamiento continuo a la lectura les permite identificar: el tema, tipo y estructura de un texto así como los personajes, escenario, ideas principales y secundarias. Las dificultades que se pueden observar en los alumnos es que aún les cuesta realizar inferencias, y están en proceso de elaboración de juicios
Podemos considerar como preguntas claves:
  • Antes de leer: ¿Qué sé de este tema? ¿Qué quiero aprender?
  • Durante la lectura ¿Qué estoy aprendiendo?
  • Después de la lectura ¿Qué aprendí?

ALGUNAS ESTRATEGIAS QUE PODEMOS REALIZAR SON LAS SIGUIENTES:

  • Los adultos pueden funcionar como modelos de conducta para los menores, que tenderán a imitar aquello que ven en sus figuras de referencia y en sus entornos habituales, sobre todo cuando ven que esta actividad es valorada positivamente por dicho entorno.
  • Favorecer la práctica de la lectura: incitando a ello y reservando momentos para leer.
  • Encontrando y proponiendo materiales de lectura adecuados para la edad del niño y cuya temática despierte su interés.
  • Empezar por contenidos fáciles, acordes con la capacidad lectora del niño para ir progresivamente avanzando hacia niveles de exigencia superiores. Si empezamos exigiendo demasiado o los contenidos no reclaman el interés del menor, probablemente no le coja ningún gusto, o lo que es peor, le genere aversión.
  • Debe plantearse siempre como una actividad gratificante y lúdica, favoreciendo que el niño no lo vea como una obligación.
  • Se debe alabar y reforzar al niño cuando esté leyendo, haciéndole ver de esta manera que es una conducta positiva y bien considerada por los padres. Todo aquello que es reforzado y conlleva consecuencias positivas (como las alabanzas y la atención de los otros) tenderá a repetirse.
  • Al principio es adecuado leer cuentos a los niños pequeños tratando de hacer de esos momentos una actividad lúdica y divertida, pues es la manera de desarrollar el gusto por leer en los más pequeños y que éstos quieran mantener esos momentos en el futuro.
  • Es importante hacer de esa actividad progresivamente algo más dinámico, interactivo y participativo, de manera que el niño pueda implicarse con el contenido y con la historia a través de preguntas que se le lancen y de la búsqueda de alternativas a la historia y a la actuación de los personajes. De esta manera además de favorecer el gusto por la lectura se puede también fomentar el desarrollo de otras habilidades en el niño como la empatía, la capacidad de pensamiento crítico, la búsqueda de alternativas.

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